viernes, 16 de agosto de 2013

La historia precolombina de Costa Rica

Abarca desde el establecimiento de los primeros pobladores hasta la llegada de Cristobal Colón a América. Hay evidencias arqueológicas que permiten ubicar la llegada de los primeros seres humanos a Costa Rica entre el 10000 y el 7000 a. C. Durante el II milenio a. C. ya existían pequeñas comunidades agrícolas sedentarias. Entre el 300 a. C. y el 300 d. C. muchas comunidades pasaron de la organización tribal o gentilicia, basada en relaciones de parentesco, escasamente jerarquizada y de producción autosubsistencial, a una organización jerarquizada, con caciques, líderes religiosos o chamanes, artesanos especialistas, etc. Esta organización social surgió por la necesidad de organizar la producción y el intercambio y dirigir las relaciones con otras comunidades, así como las actividades ofensivas y defensivas. Estos grupos establecieron divisiones territoriales más amplias para producir más alimentos y controlar las fuentes de materias primas. A partir del siglo IX ciertas aldeas crecieron en tamaño dando lugar a la época de los cacicazgos tardíos, que se prolongaría hasta el siglo XVI, con mayor jerarquización social y construcción de grandes obras de infraestructura.
Clasificación social. Al momento de la llegada de los europeos, Costa Rica no existía como unidad sino que estaba habitada por diversos pueblos independientes entre sí y cuyas respectivas culturas tenían grados muy diferentes de complejidad y desarrollo. Está ya superada desde hace mucho tiempo la idea de dividir el territorio entre chorotegas, huetares y bruncas, nombres que en realidad solamente identificaban a una pequeña parte de las naciones existentes en el territorio costarricense en un momento histórico determinado. A la luz de los estudios recientes, resulta mucho más adecuado identificar dos grandes áreas principales, una región que presenta influencias de las culturas del Caribe y de Sudamérica, por lo que se le denomina «área intermedia», y otra que responde a las influencias de Mesoamérica, la gran área cultural que se extiende desde Chiapas y la península de Yucatán hasta la península de Nicoya y la zona aledaña al golfo de ese nombre, el «área mesoamericana». No existía entre el área intermedia y el área mesoamericana una frontera estrictamente delimitada, ni en lo político ni en lo cultural,por lo que más bien debieron ser frecuentes los contactos y la transculturación entre ambos grupos de pueblos, sobre todo en las zonas de confluencia. Aun así, entre las dos áreas existían diferencias culturales notables. Algunos pueblos del área mesoamericana, por ejemplo, estaban organizados en sociedades aparentemente más complejas que las de sus congéneres del área intermedia, por lo cual también sus instituciones normativas, desde un punto de vista jurídico occidental, pudieron estar más desarrolladas. Sin embargo, en las dos zonas parece haber prevalecido un sistema normativo exclusiva o casi exclusivamente consuetudinario; es posible, sin embargo, que los indígenas de Nicoya conservasen todo o parte de su ordenamiento mediante algún sistema de escritura similar al de otros pueblos de cultura mesoamericana. Parte de lo que se sabe de estas sociedades deriva de informes y cartas escritos por los conquistadores y misioneros españoles, personas cuya formación y mentalidad partían de patrones culturales muy diferentes a los de las sociedades indígenas y cuya visión de éstas a veces estaba deformada por prejuicios, conveniencias personales o mera ignorancia. Esos documentos no son muy numerosos, y en ocasiones resultan someros, fragmentarios o muy generales, y versan sobre un número muy pequeño de los grupos indígenas existentes.

jueves, 15 de agosto de 2013

Huetares

Los huetares fueron un importante grupo indígena de Costa Rica, que a mediados del siglo XVI habitaba en el centro del país. También se les menciona con el nombre de güetares o pacacuas.1 Los huetares fueron la nación indígena más poderosa y mejor organizada de Costa Rica a la llegada de los españoles.2 Durante el siglo XVI, dominaban diversos cacicazgos que se extendían desde la costa del Pacífico costarricense hasta la Vertiente del Atlántico. Las crónicas españolas mencionan una miríada de pueblos y los reyes que los gobernaban, entre los cuales destacan el reino de Garabito, situado en la Vertiente del Pacífico central y la cuenca del río Grande de Tárcoles, hasta el río Virilla y la Cordillera Volcánica Central; el reino de Pacaca, en el actual cantón de Mora, y el Señorío del El Guarco, en el actual Valle del Guarco, en la provincia de Cartago, hasta las llanuras del Caribe Central y Chirripó. Su cultura perteneció al Área Intermedia de América, y se destacó principalmente por sus trabajos en piedra, como son los metates, esculturas, mesas y altares ceremoniales; y la no práctica de la antropofagia o canibalismo. Su idioma, la lengua huetar, una de las llamadas lenguas chibchas, se constituyó en la lengua franca del país. Aunque esta lengua se halla extinta, sobrevive en una gran cantidad de topónimos de Costa Rica como Aserrí, Tucurrique o Barva. Un pequeño grupo huetar ha podido sobrevivir a nuestros días, compuesto por unos 1000 individuos aproximadamente. Está localizado en lo alto de la Reserva Indígena de Quitirrisí, en la carretera entre el cantón de Mora y el de Puriscal. Existe otro asentamiento huetar en Zapatón, en el cantón de Puriscal, ambos en la provincia de San José. También se encuentran familias dispersas en la zona de Cerrito de Quepos y lugares vecinos. Estos individuos han perdido su lengua, pero aún conservan algunas de sus creencias, artesanías, cocina y medicina tradicionales.

Chorotega

Los chorotegas proceden de Mesoamérica y se estima que llegaron a Centroamérica entre el siglo VI y VII. Están considerados como el grupo étnico de cultura mesoamericana situado más al sur. En tiempos prehispánicos también habitaban en el oriente de El Salvador. En Nicaragua, los chorotegas (dirianes y nagrandanos) se asentaron en la vertiente del Pacífico de Nicaragua, de donde desplazaron a pueblos pertenecientes a culturas del Área Intermedia. A su vez, más tarde hubieron de enfrentar la llegada de los nicaraos (nahoas o niquiranos), pueblo de idioma náhuatl, quienes se asentaron también en Nicaragua, especialmente en la región del istmo de Rivas a orillas del Gran Lago de Nicaragua o Cocibolca. En Costa Rica, los pueblos chotoregas (nicoyanos, chomis, orotiñas, zapandíes, churutecas) ocuparon toda la península de Nicoya, la región de Chomes en la margen oriental del golfo de Nicoya, los dominios del jefe Gurutina y las costas de la ensenada de Tivives, región que fue conocida con el nombre de Chorotega o Chorotega Vieja y que fue el confín del avance de las culturas mesoamericanas en la vertiente del Pacífico

martes, 13 de agosto de 2013

Los Boruca

(también conocidos como Brunca, Brunka o Brunkajk) son un pueblo indígena centroamericano nativo de Costa Rica. La tribu tiene aproximadamente 2000 miembros, la mayoría de los cuales viven en una reserva en la provincia de Puntarenas al sudeste del país.
Los antepasados de los boruca modernos constituyeron un grupo de pueblos que gobernaron la mayor parte de la península de Osa. Al igual que sus precursores, los Boruca son conocidos por sus artesanías, especialmente tejidos, y sus singulares máscaras pintadas en madera de balsa. Estas máscaras son importantes en la ceremonia anual de la Fiesta de los diablitos, que se celebra cada fin de año desde la época colonial. La fiesta dramatiza la lucha entre los diablitos (el pueblo boruca) y los conquistadores españoles, la fiesta va acompañada de comidas como cerdo, tamales y la bebida tradicional: la "chicha".